SAS Ryanair

La respuesta andaluza a las listas de espera: ¿PODRÍA ACABAR EL SAS COMO RYANAIR?

El SAS ha anunciado sendos programas en Atención Primaria y Hospitalaria para reducir las listas de espera. Sin embargo, el rechazo de los profesionales ha sido mayoritario en ambos ámbitos.

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Acuciado por los medios de comunicación a causa de su pésima gestión de las listas de espera, el SAS ha anunciado sendos programas en Atención Primaria y Hospitalaria para reducirlas. Sin embargo, el rechazo de los profesionales ha sido mayoritario en ambos ámbitos.
Los Médicos de Familia llevan años reclamando un trato igualitario en relación con sus compañeros de Atención Hospitalaria. Las continuidades asistenciales nunca fueron implantadas en Primaria, un área en la que la continuidad asistencial se garantizó en gran medida por medio de turnos de tarde de jornada ordinaria. Para el SAS, parece haber médicos de primera y de segunda, algo que el Sindicato Médico no puede aceptar.  
Ahora que la presión por las listas de espera lo agobia, el SAS pretende aplicar en Primaria un complemento retributivo que recuerda a las continuidades asistenciales. Se trata de hacer frente a la sobrecarga asistencial habilitando sesiones de tarde de cuatro horas a 35,65 €/hora. Esta retribución recuerda vagamente a las continuidades asistenciales, pero se diferencia de ellas en aspectos importantes. En particular, no constituyen un derecho de los médicos, sino meramente una posibilidad disponible para la Administración en casos de necesidad. Por otra parte, son tardes de solo cuatro horas (no cinco, como la continuidad), y por cada hora se pagan 76 céntimos menos que la hora de continuidad. Esta diferencia podría parecer insignificante, si no fuera porque recae sobre un colectivo médico históricamente agraviado.
Por otra parte, en Atención Hospitalaria se ha anunciado un programa para reducir las listas de espera en el que los profesionales podrán realizar, fuera de su jornada ordinaria, tardes de 7 horas por 350 € brutos (lo que supone 50€/hora). Esta cantidad resulta ridícula para muchos profesionales del área quirúrgica, mientras que es vista como un privilegio por parte de aquellos del área médica que ni siquiera pueden hacer continuidades.  El SAS ha tenido la rara habilidad de ofender por igual a los que reciben retribuciones complementarias y a los que no, tanto en Primaria como en Hospitales. Nadie está contento (¿Acaso es ese su juego?). 
El SAS lleva décadas maltratando a los médicos. Los médicos andaluces somos de los peor pagados de España. Nuestro modelo retributivo es arbitrario. No solo existen diferencias injustificables entre Primaria y Hospitales, sino entre diferentes servicios hospitalarios e incluso entre diferentes profesionales dentro del mismo servicio. Unos realizan actividad complementaria y otros no, pero en ningún caso se tienen en cuenta las preferencias del médico. Muchos se ven obligados a realizar actividad extra que no desean hacer y a un precio que considera insultante, mientras que otros se ven privados de la posibilidad de realizar una actividad extra con la que complementar sus exiguos salarios. El mero hecho de trabajar en la privada supone una pérdida salarial sustancial, aunque el rendimiento en la pública sea óptimo. La mayoría de médicos se sienten agraviados, de un modo u otro, por el maltrato que reciben, por el menosprecio a su cualificación y a sus legítimas aspiraciones laborales y profesionales.
Desde el Sindicato Médico nos gustaría hacer una petición y una advertencia. Con respecto a la primera, nos gustaría pedir a la Administración que retribuya a los médicos del SAS de forma adecuada a su nivel profesional, de modo que para alcanzar salarios dignos no nos veamos obligados a recurrir a una actividad complementaria variable en el tiempo y distribuida de forma desigual entre los diferentes colectivos médicos. La garantía de la continuidad asistencial y la adecuada gestión de las listas de espera debe desligarse de las retribuciones médicas. Nuestros centros necesitan plantillas de médicos en número suficiente para atender las necesidades de la población de forma regular, y con retribuciones estables y ajustadas a su cualificación profesional. Todos los médicos, con independencia de dónde trabajemos y de cuál sea nuestra especialidad, deberíamos recibir un salario justo.
Y en cuanto a la advertencia, véase el caso de Ryanair. Hace solo unos días la prensa publicó que esta compañía se había visto obligada a cancelar en torno a 2.000 vuelos por la “brusca huida de 140 comandantes a la competencia”. Ante el intento de la compañía de detener la marcha de los pilotos ofreciéndoles más dinero, uno de ellos declaró: «La gente ya estaba tan harta, que ha preferido marcharse sin mirar atrás». En el SAS llevamos años presenciando un lento goteo de médicos hacia la sanidad privada. Nuestros gestores actúan como si no pasase nada, pero el problema empieza a ser acuciante. Muchos servicios hospitalarios ya tienen problemas para mantener sus plantillas completas. Es posible que muchos médicos elijan no presentarse siquiera a la próxima OPE. ¿Llegará un día en que el SAS deba cerrar quirófanos, consultas o centros de salud porque gran parte de sus profesionales se hayan marchado “sin mirar atrás”, buscando un trabajo donde les muestren respeto? Confiamos en que no, pero todo depende de que el SAS aborde de una vez, seriamente, los graves problemas que aquejan a nuestro colectivo.
Comité Ejecutivo SMA