Urgencias

¿Se puede definir y evitar una visita ‘inadecuada’ a Urgencias?

Como cada año por estas fechas, la polémica sobre el colapso de las Urgencias hospitalarias no cesa. Profesionales sanitarios están recuperando un viejo debate: ¿Se puede definir, consensuar y evitar una visita considerada innecesaria?

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Todos los años surge el mismo debate. Muchas Urgencias hospitalarias sufren picos asistenciales, algunas se colapsan, los pacientes se quejan, los profesionales también, y casi todos piden más recursos y una mejor organización y gestión. Normalmente, el protagonismo se lo lleva la discusión sobre la falta de medios y de reformas estructurales, pero ¿y la figura de los pacientes?

La pregunta no es nueva, pero en los últimos días está generando no pocas discusiones profesionales por los pasillos de los centros sanitarios y, especialmente, en redes sociales. ¿Tiene alguna responsabilidad el paciente ante una visita a Urgencias que algunos médicos y gestores consideran inadecuada? El conflicto surge de base: ¿Se pueden, o se deben, definir como adecuadas o inadecuadas ciertas visitas a un servicio sanitario?

Las respuestas son variopintas y no apuntan hacia un consenso fácil a la hora de buscar una posible solución. Julio Mayol, director médico del Hospital Clínico de Madrid, habla en su cuenta personal de twitter de «un problema lógico con el que no termino de reconciliarme: ¿echar la culpa a los usuarios (sin formación) de los servicios sanitarios (que ponemos para que usen) por utilizarlos inadecuadamente (a nuestro criterio)?».

Mayol, como tantos otros profesionales, parte de la idea de que, «como normal general, el usuario siempre tiene razón; el que se confunde es el sistema». Las respuestas a su pregunta virtual no se han hecho esperar. Miguel Ángel Máñez, gestor sanitario y autor de uno de los blogs más influyentes del panorama médico 2.0, Salud con cosas, se pone en la piel del paciente, sin posicionarse: «Para el usuario todas [las visitas] son adecuadas, hasta las de mi centro estaba cerrado o había cola en el centro de salud.

Vicente Baos, médico de Familia y autor del blog El Supositorio, apunta: «Nadie se atreve en España a hacer estas cosas». Baos apunta hacia la necesidad de mejoras en la gestión: «Las consecuencias son las que se generan entre las necesidades infinitas y los recursos disponibles. Y los recursos disponibles (nosotros, los médicos) estamos un poco hartos del lavado de manos de los gestores ante esta realidad».

A su juicio, se necesitan más recursos: «Hay que atender a todo el que necesite ayuda establecida por la voluntad del paciente; exijo es que se dote

Vicente Matas, vocal de Atención Primaria Urbana en la organización Médica Colegial (OMC), se ha sumado el debate en twitter: «Es verdad que hay muchos pacientes que acuden a urgencias sin causa justificada». Fernando Guzón, médico de Familia en Castilla y León, advierte: «No me parece correcto criminalizar a los pacientes; ni todos son malos, ni todos los médicos son buenos».

Derechos y responsabilidades

En el debate se escuchan respuestas (de médicos, gestores, enfermeras, pacientes…) de todo tipo. Algunos se preguntan si el paciente siempre tiene la razón, mientras que otros piden que, si su relación con el sistema sanitario persigue más voz y voto, debe adquirir ciertas responsabilidades, como la de decidir (nadie se pone de acuerdo con qué límites o excepciones) cuándo debe acudir a Urgencias.

El problema -que, por ejemplo, se complica más en Urgencias pediátricas- no tiene fácil solución, en esto coinciden todas las opiniones.  Ante el desarrollo de un hipotético nuevo circuito asistencial que pudiera derivar desde Urgencias hospitalarias a Urgencias de atención primaria, o no tratar al paciente en el momento -siempre por decisión clínica-, surgen dudas prácticas y desencuentros teóricos.

«La cuestión es muy compleja» sería la principal conclusión. El equilibrio entre el derecho del paciente, que paga impuestos para una asistencia libre a los servicios sanitarios, y el del profesional de realizar su trabajo con recursos, ética y responsabilidad, es complicado. Más si la ecuación añade nuevos puntos de vista, como apunta Mayol a DM: «Nuestros servicios de Urgencias son, fundamentalmente, de atención continuada. Pero no lo asumimos».

La conclusión es la expresado por muchos profesionales: ¿quién le pone el cascabel al gato? Baos habla de «desahogo en Twitter porque nadie va a hacer nada» y la sensación es, año tras año, recurrente: ¿de quién es la responsabilidad de un funcionamiento mejorable de las Urgencias?

Fuente: Diario Médico