Listas Espe

Los propios médicos confirman que los topes de espera en el SAS no se pueden cumplir.

Vamos a decir verdades. Los profesionales lo saben desde hace tiempo y es hora de decirlo claramente que es «imposible» resolver al 100% la atención en el límite que fijan los decretos. En este caso es Málaga, pero se puede extrapolar a toda Andalucía.

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Recursos escasos, decretos que imponen tiempos máximos de espera y cientos de pacientes tocando a su puerta. Los médicos reconocen que trabajan entre la espalda y la pared y que es «imposible» cumplir en su totalidad las disposiciones sobre los topes en lista de espera por más que la Administración sanitaria asegure que se respetan a rajatabla. 

Un facultativo definió la situación actual de la sanidad pública malagueña de forma muy gráfica: «Es como querer taparte con una toalla pequeña. Si te tapas la cara, te asoman los pies; y si te tapas los pies, te asoma la cara». 

Así, los profesionales se debaten en qué asistencia priorizar. Los procesos urgentes se atienden sin dilaciones. Los oncológicos también son asistidos con celeridad. Pero a partir de ahí, la toalla se empieza a quedarse pequeña. Los decretos que fijan topes máximo de espera -180 y 120 días para operaciones, 60 para una primera consulta con un especialista y 30 días para pruebas diagnósticas- no se cumplen al 100%. «Es imposible. Porque hay dos parones de la actividad programada, en verano y en Navidad, por las vacaciones del personal. Como hay que priorizar lo urgente y lo oncológico los 365 días del año, lo demás se acumula y al final, alguna lista de espera acaba saliéndose del decreto», apuntaba un profesional. 

Consultado un jefe de servicio acerca de si se cumplen los plazos de los decretos, excusaba su negativa a responder en que «esas cosas no deben sacarse» a la luz pública. Otro profesional, en cambio, lo admitía: «Tenemos un retraso [para operaciones] importante. Algunos pacientes se pasan de los topes. Es difícil o imposible cumplirlos porque faltan enfermeros, quirófanos y cirujanos. Málaga tiene una carencia de recursos extraordinaria por habitante en comparación con otras provincias». 

Varios facultativos denunciaron que la tiranía de los plazos límite fijados en los decretos provoca que en casos puntuales haya operaciones de patologías graves que se aplacen durante unos días para concentrar todos los esfuerzos en quitar lista de espera amparada por las disposiciones autonómicas. 

Pero si aún así quedan pacientes por encima de los topes máximos, un profesional apuntaba que «el truco» consiste en pasar esos enfermos al apartado de transitoriamente no programables, que son aquellas personas a las que se les pospone la intervención por decisión propia o por razones clínicas. «Luego hay que acordarse meterlos otra vez en la lista de espera. Hecha la ley, hecha la trampa», comentaba. Otro cirujano reconocía que aunque la patología tumoral se prioriza y ésta cumple los decretos, «los pacientes esperan más de lo que nos gustaría». En su opinión, el problema está claro: «La provincia tiene menos recursos sanitarios de los que le corresponde. Ahora quieren abrir el Hospital del Guadalhorce con gente del Clínico. Como el anterior gerente [del Clínico y el Regional, José Luis Doña] se opuso, lo echaron». 

Varios profesionales coincidieron en lamentar que al tener que priorizar la asistencia protegida por los decretos, la patología que no está bajo ese paraguas acaba formando bolsas de pacientes que pueden tardar hasta tres años en ser atendidos. «Hay patologías que no son vitales ni graves, pero sí molestas. Y que un enfermo esté un año con molestias no es de recibo», opinó un facultativo. Y dio dos datos, desde el inicio de la crisis, el capítulo de personal del Servicio Andaluz de Salud se ha recortado casi un 20%. «Nosotros antes teníamos quirófanos por la tarde y ahora no tenemos ninguno. Eso necesariamente hace incrementar las listas de espera», añadía. 

Un profesional afirmaba que con mucho esfuerzo, en su servicio cumplen el decreto. Pero matizaba que «las pacientes que tienen la mala suerte de tener una patología que está fuera de decreto se quedan atrancadas meses y meses»

Aunque los trabajadores denunciaron que faltan quirófanos, médicos y enfermeros, coincidieron en que el déficit más clamoroso es el de enfermeros. Pero insistieron en que todos los recursos deben incrementarse en consonancia «porque si tienes un coche, pero no tienes gasolina, no puede llegar a Torremolinos». 

Un médico decía que en su servicio «aunque no es deseable tanta demora», van cumpliendo los plazos. Y a continuación concluía que el problema no es tanto el presente como el futuro ya que cada vez hay más técnicas quirúrgicas que dan soluciones a los pacientes y una población más envejecidas. En síntesis, más pacientes tocando la puerta y una toalla que no alcanza para todo.

Los hospitales insisten en que los decretos se respetan

Los tiempos máximos estipulados en los decretos de la Junta de Andalucía para operaciones, consultas y pruebas diagnósticas se respetan. Esa es la respuesta de la Administración sanitaria ante la consulta de Málaga Hoy sobre la reiterada denuncia de los profesionales del sistema sobre el incumplimiento de esas disposiciones. Una portavoz remitió a los datos colgados en la web del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Ante la denuncia de algunos facultativos de que los pacientes en lista de espera que se pasan de los topes fijados se camuflan en el apartado de transitoriamente no programables (TNP), la portavoz aseguró que ese cambio obedece exclusivamente a razones clínicas. 

La prioridad de la primera consulta retrasa las revisiones

Hay una denuncia repetida de los profesionales: como el decreto contempla que un paciente no debe tardar más de 60 días en llegar a un especialista en la primera consulta desde atención primaria, la necesidad de cumplir con esta norma -ante la falta de los recursos suficientes- obliga a posponer más de lo debido las revisiones. El resultado es que las primeras visitas tras la derivación del médico de cabecera tienen lugar antes de dos meses, pero las revisiones se dilatan. El problema quedó patente esta semana en Barbarela cuando un par de pacientes denunciaron una demora de nueve meses para una radiografía. Aunque estas pruebas podían hacerse antes, como la revisión del traumatólogo se retrasaba, se optaba por demorar también la radiografía para que no quedara desfasada. 

Fuente: Málaga Hoy