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Miles de personas protestan contra la política sanitaria de la Junta.

Más de 60.000 personas protestan en Huelva, Granada y Málaga contra las fusiones hospitalarias y los recortes asistenciales. Los organizadores anuncian nuevas movilizaciones si el SAS sigue enrocándose.

Categorias: Actualidad Andalucía, Política y Gestión Sanitaria, Visto en Prensa
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Más de 60.000 personas enviaron ayer un mensaje claro y rotundo a la Junta: el rechazo a las fusiones hospitalarias y a los recortes que ha venido aplicado el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en los diferentes niveles de la sanidad pública. Un descontento que cristaliza ahora, sin siglas de partidos ni sindicatos detrás, después del debilitamiento paulatino de la asistencia, las infraestructuras inacabadas, los colapsos en las urgencias, la precariedad laboral de los profesionales y la falta de efectivos y medios, y a pesar de que la presidenta, Susana Díaz, sigue insistiendo en que la sanidad pública es la «joya de la corona» de Andalucía. Granada, Huelva y Málaga lanzaron un torpedo a la línea de flotación del Gobierno andaluz, que defiende un discurso centrado en la defensa de los servicios públicos que ahora, más que nunca, está en entredicho. 

Los manifestantes desafiaron a la lluvia y abarrotaron las tres capitales. Los organizadores, que han venido denunciando en las redes sociales los recortes y los problemas a los que se enfrentan día a día los profesionales y pacientes, anunciaron nuevas protestas si el SAS sigue enrocándose, más allá de las últimas llamadas al diálogo y algún que otro cese. 

Granada fue la que concentró a un mayor número de personas, más de 40.000 según la policía local, convocadas por el médico de urgencias Jesús Candel «Spiriman». Fue la tercera protesta de calado, después de una primera cita el 16 de octubre y la segunda concentración del 5 de noviembre. Con globos blancos y consignas del tipo «Granada no se rinde ni lo hará», «Susana, escucha, Granada está en la lucha» o «Jesús, amigo, Granada está contigo», Candel volvió a exigir dos hospitales completos porque el sistema de salud «se basa en la sectorización y las áreas sanitarias y no en las fusiones». La apertura del nuevo hospital del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) abrió la caja de los truenos, puesto que se trasladaron especialidades y, por el camino, menguaron los efectivos. «Pedimos una reordenación sanitaria al menos igual de buena que la que teníamos antes del traslado para, a partir de ahí, mejorar lo mejorable». Candel, asimismo, exigió la dimisión del viceconsejero de Salud, Martín Blanco, y la paralización del traslado del materno-infantil.

En Huelva, la manifestación fue respaldada por casi 13.000 personas, según la Subdelegación del Gobierno. La marcha superó con creces otra convocatoria reciente que también contó con mucha participación: la que exigió la salvación del Recreativo de Huelva el año pasado. Precisamente, aquella protesta congregó a casi 8.000 personas. El motivo principal fue el rechazo a la fusión de los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena, un proceso que también ha sido cuestionado por la Justicia. La promotora de la protesta, la doctora Julia Paloma Hergueta, aseguró que «no nos contentaremos con migajas» e insistió en el que el objetivo es «dejar de ser la cenicienta de la sanidad», por lo que, si la Administración no responde a sus exigencias, «se prepararán más manifestaciones como éstas con un mayor apoyo ciudadano». 

La cita de Málaga fue la que más se vio afectada por la lluvia. Participaron más de 3.000 personas que salieron a la calle  para defender la sanidad pública, para pedir dignididad para los pacientes y trabajadores y exigir mayor inversión en el sector. Contó con una amplia representación de políticos, con el alcalde y el presidente de la Diputación a la cabeza. El organizador de la marcha, Jonathan Andrades, profesor de Secundaria, denunció que Málaga «es el banco de pruebas para la privatización de la sanidad» y subrayó que «se trata de la provincia con menos camas públicas por habitante «y eso se solventaría en parte con un tercer hospital». La Junta prometió este centro en 2008 y a principios de este año se descartó la apuesta. Málaga, según los manifestantes, también está a la cola en la ratio de personal de enfermería por habitante. Esta marcha supuso un grito unánime contra los recortes que han hecho perder «unos 2.000 puestos de trabajo entre el personal perteneciente al Servicio Andaluz de Salud en la provincia y han agravado una situación inasumible en la calidad asistencial del usuario, indefenso ante tanto despropósito», según explicaron en el manifiesto que se leyó en el Hospital Noble, al finalizar el recorrido.  


Fuente: Diario de Sevilla, La Razón, El Mundo