Categoría: Opinión SMA

Estamos ante una situación de indefensión disfrazada de buenismo que sólo sirve para dar una falsa imagen de “sensibilidad ante los problemas que sufrimos en nuestro día a día, las mujeres que trabajamos en el SAS, especialmente las facultativas”.
La mejor respuesta que todo el personal laboral, en su mayoría MIR, puede dar a esta estrategia cínica y antidemocrática es votar, ya sea por correo o durante su jornada laboral, algo a lo que tienen derecho, o incluso después de hacer su trabajo. 
Médicos/as y enfermeros/as estamos siendo víctimas de una estrategia economicista que solo beneficia al SAS. El fracaso de la consulta de acogida provocará el desprestigio de las legítimas demandas de la enfermería y causará un daño tal vez irreparable al sistema sanitario.
Si bien las demandas de otros colectivos pueden ser legítimas, no podemos tolerar que la anunciada reforma del actual modelo de clasificación profesional del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) deje al margen al colectivo médico. Nuestra especial cualificación, formación y responsabilidad ha de verse reflejada sin más demora en la anunciada reforma de la clasificación establecida en el EBEP mediante la creación de un grupo A1 plus.
La situación caótica de las urgencias extrahospitalarias en Andalucía viene de lejos. El SAS abordó la mejora de este sector en 1995 con la creación de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES-061). Paralelamente, en 1994 creó el Servicios de Cuidados Crítico y Urgencias (SCCU)...
Los veterinarios y farmacéuticos del Cuerpo Superior Facultativo de Instituciones Sanitarias son tratados como facultativos de segunda, algo que el Sindicato Médico Andaluz no puede tolerar por más tiempo. Las mejoras en la jornada y las retribuciones, así como la actualización de las plantillas, deben ser acometidas de inmediato. Un colectivo como este, esencial para la salud pública, no puede seguir siendo menospreciado de este modo intolerable ni un minuto más.
Los especialistas internos residentes no tienen acceso a los trienios, a la carrera profesional ni a la productividad. Su labor es esencial para el sistema sanitario, pero se les niegan complementos retributivos vinculados a objetivos que ellos contribuyen a alcanzar o al tiempo de servicios prestados en el sistema sanitario. Esta discriminación es intolerable.
El Plan contra las agresiones que el SAS puso en marcha en 2020 no está funcionando. Ante su fracaso, la Junta ha constituido el denominado Observatorio de Agresiones a profesionales del SSPA, una medida puramente cosmética que solo busca ocultar la inacción del SAS ante este grave problema.
Un problema tan complejo requiere voluntad política y una negociación rigurosa, pero el SAS sigue dándonos la espalda también en esta materia. Por nuestra parte, seguiremos reclamando medidas decididas que palíen la situación de estos centros y confiando en un cambio de actitud de la Consejería de Salud, cuya inacción en esta y otras materias nos conduce al desastre.  
La inacción de la Administración a la hora de afrontar los cambios necesarios en el ámbito hospitalario, así como la infrafinanciación de la sanidad pública en Andalucía, siguen amenazando el futuro del sistema sanitario público, un futuro que el Sindicato Médico Andaluz nunca dejará de defender con todas las herramientas a su alcance. 

Noticias más vistas