Pediatras A

La falta de relevo aboca a AP a quedarse sin pediatras.

Sólo el 30 por ciento de los MIR de las tres últimas promociones eligieron el primer nivel para trabajar, y la Aepap afirma que esta cifra es insuficiente para garantizar el recambio por jubilaciones.

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Sólo uno de cada cuatro residentes de Pediatría que acabaron la especialidad el año pasado (el 26 por ciento) eligió atención primaria para ejercer. Haciendo un análisis del trienio 2014-2016, el porcentaje medio se eleva apenas al 30 por ciento. El 40 por ciento de estas tres promociones se quedó en áreas de hospitalización, y un 20 por ciento optó por hacer guardias en los hospitales. Estos son algunos de los datos que arroja la encuesta elaborada por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), coordinada por Pedro Gorrotxategi y Lourdes Castillo, que presentaron la semana pasada en la clausura del 65º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), celebrado en Santiago de Compostela. La encuesta analiza los destinos elegidos por 903 residentes de Pediatría de todo el país, que constituyen el 75 por ciento de los que salieron al mercado de trabajo a lo largo de esos años.

El resultado es demoledor para el futuro de la Pediatría en primaria. En estos momentos hay 9.000 pediatras en España y más de la mitad ejercen en el primer nivel, pero ya hay problemas para la cobertura de plazas y crece el número de profesionales con más de 1.400 niños a su cargo. «Si no se produce el necesario recambio generacional, a medio plazo no habrá pediatras en primaria y se generalizará la situación de que sean los médicos de Familia quienes atiendan a los niños», vaticina Gorrotxategi. La presidenta de la Aepap, Concepción Sánchez Pina, aduce que los pediatras en primaria hacen resolutivo este nivel: «Si primaria es buena, resuelve y previene, el niño no va al hospital, y esta estrategia es, además, la más rentable; estamos hartos de decírselo a los políticos».

La sociedad científica atribuye que los MIR elijan la atención hospitalaria al hecho de que en los últimos años se han creado «demasiados hospitales comarcales» y a que la rotación de los residentes por primaria es insuficiente.

«Ha habido una mala planificación. Se han hecho muchos hospitales sin tener en cuenta cómo cubrir las plazas y, de esta manera, se ha secuestrado a los pediatras que podían ir a atención primaria», dice el coordinador del informe, que cree que no se ha considerado el factor diferencial que, en teoría, aporta el comarcal con respecto al centro de salud. «Si el niño está bien controlado por el pediatra de primaria, el hospital comarcal no ofrece valor añadido. Una buena primaria y un hospital terciario son suficientes para resolver problemas específicos que, además, necesitan recursos que el comarcal tampoco tiene».

Gorrotxategi pone el ejemplo del País Vasco: «En Vizcaya hay dos hospitales y más población que en Guipúzcoa, que tiene cinco centros hospitalarios. Ahora bien, los resultados indican que los niños vizcaínos no están peor atendidos, porque el 90 por ciento de los problemas se resuelven en primaria».

En los 4 años de residencia, los MIR rotan un máximo de tres meses por primaria. «Así, no da tiempo a que se avive su vocación generalista», dice la presidenta de la Aepap, que pide que esa rotación sea al menos de seis meses. Gorrotxategi añade que esta medida «ayudaría a descongestionar el hospital y permitiría aumentar el número de plazas MIR».

La Aepap destaca el hecho de que la proporción de MIR que optan por primaria sea descendente en el periodo analizado (31 por ciento en 2014, 30 por ciento en 2015 y 26 por ciento en 2016), mientras que aumenta el número de médicos que es contratado para hacer guardias (se ha multiplicado por 2,5, pasando del 10 por ciento de 2014 al 25 por ciento del pasado año). La explicación, según la Aepap, es que la remuneración es similar a la del centro de salud, pero favorece la conciliación familiar. «Es un trabajo más inestable, pero económicamente les resulta mejor. Ganan lo mismo haciendo 8 ó 10 guardias al mes y tienen el resto de los días para ocuparse de sus hijos o hacer formación», señala Sánchez Pina.

De La Rioja a Cantabria

La encuesta también revela que los contratos de formación se han multiplicado por tres: el 3 por ciento en 2014, el 5 por ciento en 2015 y el 10 por ciento en 2016. Las comunidades donde más MIR han sido contratados en centros de salud (ver mapa) son La Rioja (cien por cien), Galicia, Canarias y Navarra, donde se llegó a un 49 por ciento. Las que tienen niveles más bajos son Cantabria, con un 11 por ciento; Madrid, 14 por ciento; y Extremadura, 16 por ciento.

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La Aepap exige que se invierta la tendencia y se priorice el primer nivel asistencial. Entre otras cosas, Sánchez Pina propone incentivar las plazas de difícil cobertura mejorando sus condiciones laborales, una mejor coordinación entre niveles asistenciales y que la primaria tenga más presencia, tanto en el grado como en las rotaciones de posgrado, para conseguir más vocaciones entre los jóvenes. «Tiene que haber más plazas de profesores en la Universidad ocupadas por pediatras y más clases específicas de atención primaria. También es necesario que los estudiantes vayan a los centros de salud, porque rotando por primaria se aprende de todo, y todo es necesario para la especialidad», dice la presidenta de la Aepap.

Su mensaje para los profesionales del hospital es que aumente la visibilidad de primaria en este medio: «Les pido que abran los ojos a la atención primaria, que se la valore profesionalmente desde el ámbito hospitalario».

Familia defiende la calidad de su atención

Ya sea porque primaria no interesa a los jóvenes pediatras o porque los contratos ofertados no les interesan, cerca del 30 por ciento de plazas están atendidas en la mayoría de los casos por médicos de Familia.

Aunque entienden las demandas de los pediatras, Familia defiende que su atención es de calidad. Andreu Martín, portavoz del sector de primaria del Instituto Catalán de la Salud, donde el 40 por ciento de las plazas pediátricas de primaria las cubren los médicos de Familia, explica que «la asistencia no es mala en absoluto, aunque habitualmente se dice que la atención por pediatras da mejores resultados en uso racional del medicamento y detección precoz».

Además, no se trata sólo de las plazas de pediatra en los centros de salud; en los consultorios rurales y las Urgencias, estos especialistas atienden a los menores sin problema. Francisco José Saez, vicepresidente 3º de la SEMG, recuerda que «debemos aprender de todo y el programa MIR de Familia incluye unos seis meses de formación en Pediatría, tres en primaria y tres en el hospital».

«Es normal que los padres prefieran a un pediatra, pero los médicos de Familia están dando solución a un problema», defiende María Fernández, vicepresidenta de Semfyc. «Tendríamos que sentarnos para analizar la situación, incluyendo resultados en la salud, y proponer soluciones que puedan contentar a todos y dar respuesta a una situación compleja», añade.  

Fuente: Diario Médico