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Señoritos y plebeyos en el Cortijo del SAS

El cortijo del SAS sigue generando situaciones inauditas, rocambolescas. Sus directivos actúan de forma arbitraria y sin ningún margen para la negociación y el consenso. Esta es la realidad de la Gestión Sanitaria en Andalucía.

Categorias: Actualidad Andalucía, Opinión SMA, Política y Gestión Sanitaria
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Antes de comenzar un nuevo relato de lo que ocurre en el cortijo, queremos dejar claro que hablamos de nuestra “Andalucía Imperdonable” (perdón quise decir imparable), de una comunidad autónoma instaurada en un sistema democrático, participativo y cuyos dirigentes son respetuosos con la legalidad y nunca actúan por intereses personales o partidistas (o al menos así debiera ser). No hablamos de un régimen totalitario de ningún país oriental, ni de unas estructuras absolutamente corruptas como algunas de Sudamérica, tampoco nos referimos a ninguna nación del más profundo tercer mundo africano.

Todo esto que contamos ocurre aquí en nuestra tierra. En nuestra “Andalucía imperdonable” (y sí, esta vez no me he equivocado).

Hace ya algunas semanas contábamos como era Vox populi quien ocuparía el puesto de Jefe de Servicio de Análisis Clínicos del Hospital Macarena. No nos equivocábamos en quién iba a ser pero como siempre la realidad supera a la ficción. No solo le han dado el puesto sino que esto ha ocurrido sabiendo que realmente no lo llegaría a ocupar, que su destino era ostentar el cargo de Director Gerente en el engendro hospitalario de Huelva (¿O era Complejo Hospitalario?). En resumen, el cortijo nombra a un profesional responsable de un servicio y sin llegar a ejercer lo destina a otro lugar. A nuestro entender, todo esto no es más que una forma de asegurar el puesto a alguien despreciando las necesidades de un servicio que de nuevo queda descabezado.

Pero la voracidad y prepotencia de algunos de los mayores capataces del cortijo no tiene límites. Recientemente nos cuentan que el Director Gerente de los hospitales V. Macarena y V. del Rocío se ha paseado por las instalaciones del Servicio de Cardiología del H.V. Macarena acompañado de un Cardiólogo proveniente de Oviedo  que será con toda probabilidad el nuevo Director de Unidad. Delante de profesionales del hospital de reconocida solvencia, le ha mostrado el que será su Servicio dando por hecho una vez más que las decisiones se toman a priori de la manera más despótica posible y que no existe el más mínimo respeto por los profesionales que llevan años salvando con su trabajo y su elevada calidad científico-técnica, la nefasta política de salud en Andalucía. (Por cierto el Sr Gerente vuelve a estar de viaje a cientos/miles de Km del hospital, esa es su principal ocupación al margen de dar clases en la facultad. Lo de preocuparse de los profesionales no es importante para él).

Desde instancias más elevadas del SAS (si es que realmente son más elevadas en la práctica) se mantiene el rumbo de la fusión hospitalaria, despreciando de la manera más flagrante el sentir de toda una población. Se desacredita a quien discrepa y se miente a la población prometiendo una rectificación mientras luego, en círculos más privados, confiesan no estar dispuestos a dar marcha atrás en ninguna de sus actuaciones.

Se han entregado cientos de firmas, se han realizado incluso referéndums entre los profesionales, se han presentado escritos en los que los profesionales manifestaban su decisión voluntaria de no integrarse en estos procesos de fusión, se han obtenido sentencias del TSJA que declaraban la ilegalidad del procedimiento de fusión, comienzan a aparecer movimientos ciudadanos en contra de la política economicista y alejada del paciente que suponen los procesos de fusión. Pero la respuesta de la Administración sigue siendo la misma: “Continuaremos haciendo lo que nos parezca oportuno” y también sigue siendo la misma su motivación oculta, la que no dicen “haremos lo que convenga al interés de nuestro grupo de poder”.

La única alternativa que este Gobierno “democrático” ofrece a los profesionales es que se vayan, que dimitan si no están de acuerdo con sus planteamientos, aunque la discrepancia sea la opinión mayoritaria (¡Eso es democracia!). La única reacción de este ejecutivo es buscar la forma de desprestigiar a quiénes tienen arrestos para salir a la calle y liderar corrientes de opinión discrepantes. La única alternativa que ofrece a los ciudadanos preocupados por los procesos de fusión (y la consiguiente pérdida de recursos) es que estudiarán la mejor forma de continuar el proyecto, o hablando en plata, que estudiarán como seguir adelante con sus indefendibles ideas sin que parezca que lo hacen.

Hay muchísimos casos que comentar, son miles los profesionales asustados y hartos de una gestión basada en los intereses de unos pocos, son incontables los casos de ciudadanos andaluces que padecen la actual inaccesibilidad del SAS, pero todo se niega. Aquí no pasa nada, todo esto es producto de la irresponsabilidad de sindicatos, asociaciones de pacientes o partidos políticos, dice la Administración.

En fin, volvemos al inicio: queremos dejar claro que hablamos de nuestra “Andalucía Imperdonable”, todo esto pasa aquí y ahora, con absoluto descaro e impunidad. Todo esto ocurre en el cortijo donde los señoritos siempre tienen razón y los plebeyos deben callar y aceptar lo que se les imponga. Este es el estado de nuestra Sanidad, esta es la gestión de la Consejería de Salud, esta es la realidad del Cortijo.

Fuente: Comité ejecutivo SMA