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Recorte de médicos de guardia de Obstetricia y Ginecología en el Hospital de la Mujer de Virgen del Rocío.

La reducción del número de Ginecólogos de guardia en el HVR en horario nocturno y 5 días a la semana, no tiene otra justificación que el ahorro económico.

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La Dirección del Hospital Virgen del Rocío tiene previsto reducir el número de médicos de guardia en el Hospital de la Mujer a partir del 1 de agosto. Actualmente existen 5 médicos especialistas en Obstetricia y Ginecología de guardia las 24 horas en dicho centro. La intención del centro es reducir esa cifra a solo 4 médicos durante las noches de lunes a viernes, permaneciendo 5 médicos las tardes de lunes a viernes, y  5 médicos las 24 horaslos fines de semana. 

Pero ¿qué justifica esta reducción selectiva? ¿Acaso es mayor el número de partos nocturnos en fin de semana que en días laborables? ¿Es que las mujeres dan a luz en menor número de noche que duranta la tarde? La medida, de hecho, parece a todas luces arbitraria y basada más en criterios de ahorro que en criterios médicos.

Aunque aparentemente se trata de una reducción limitada, es necesario recordar que la emergencia y la nocturnidad son características de las urgencias del Hospital de la Mujer. Un porcentaje muy elevado de los partos y las intervenciones se producen precisamente en horario nocturno, que es cuando se pretende reducir el número de profesionales. Por eso pensamos que este recorte puede afectar seriamente a la calidad de la asistencia que se presta en el centro.

La Dirección basa su decisión en que se ha producido una reducción en el número de partos y de cesáreas. Sin embargo, el hecho de que haya disminuido el número de partos y cesáreas no implica, en absoluto, que haya disminuido el volumen de trabajo en las urgencias del Hospital Maternal. La prueba de ello es que el número de matronas de guardia ha aumentado en los últimos años, lo que consideramos justificado por la carga de trabajo actual. Lo que es inaceptable es que se pretenda reducir el numero de Obstetras y Ginecólogos de guardia.

Es verdad que el número de consultas urgentes en el Hospital de la Mujer ha disminuido en los últimos años, pero también es cierto que los casos que acuden al hospital son más complejos, pues muchos casos poco complejos son atendidos en centros privados. En los últimos años, además, se han instaurado numerosos protocolos clínicos que comienzan en la consulta de urgencias, lo que aumenta el número y la complejidad de las medidas diagnósticas y terapéuticas a realizar, repercutiendo en más tiempo de estancia de la paciente en la zona de urgencias hasta que se indica tratamiento adecuado. Entre estos están:

        ◦ protocolo de tratamiento médico del aborto

        ◦ protocolo de asistencia a la paciente agredida

        ◦ protocolo de fiebre puerperal

        ◦ protocolo de profilaxis de EGB

        ◦ protocolo de hiperemesis gravídica

        ◦ protocolo de hemorragia ginecológica

        ◦ protocolo de enfermedad inflamatoria pélvica

        ◦ protocolo de sospecha de gestación ectópica.         

        ◦ protocolo de tromboprofilaxis

        ◦ protocolo de analgesia postparto

        ◦ protocolo de muerte anteparto.

En los últimos años se ha producido un notable aumento del nivel de exigencia de la población con respecto a la calidad de la atención sanitaria que recibe. Esta es también una autoexigencia de los profesionales.  Por otra parte, el Hospital de la Mujer del Virgen del Rocío es referencia en Andalucía occidental de patología obstétrica grave, por lo que recibe traslados de pacientes complicadas de centros públicos y privados. Carece de sentido otorgar a un hospital la categoría de centro de referencia en una determinada área de la salud y aspirar a mejorar la calidad que ofrece, y al mismo tiempo recortar el personal de guardia en él.

Consideramos que los centros públicos deben garantizar una asistencia en las mejores condiciones de confort y calidad para las mujeres embarazadas, y que este objetivo se pone en peligro si reducimos sus plantillas. Aunque muchas mujeres optan por acudir a centros privados para dar a luz, y debemos reconocer la calidad de la asistencia que se ofrece en ellos y el importante servicio que prestan a la sociedad, es inaceptable convertir esta opción de la mujer en una obligación, por la vía de recortar los recursos en los centros públicos.

Andalucía sigue siendo la comunidad autónoma con el presupuesto sanitario por habitante más bajo de España. Es precisamente este bajo presupuesto el que obliga a la Administración a hacer recortes constantes en sanidad pública, aunque se intenten hacer pasar por decisiones técnicas. La reducción del número de médicos de guardia en el Hospital de la Mujer obedece a un cálculo económico cortoplacista. Va a causar un deterioro de la calidad de la asistencia y una sobrecarga de los profesionales a cambio de un mínimo ahorro económico. Los profesionales estamos dispuestos a participar en cualquier reestructuración que busque un aumento de la eficiencia del sistema y de la calidad de la asistencia, pero lo que busca esta medida no es más que ahorrar unos euros a costa de las espaldas de los profesionales. Andalucía necesita urgentemente un aumento de lai nversión en sanidad. No necesita más recortes de personal.

El aumento de las agresiones

Todo esto coincide con un aumento alarmante en el número de agresiones a profesionales, un problema entre cuyas causas ocupan un papel destacado recortes como el que acabamos de denunciar. El último caso, ocurrido en la madrugada del 29 de julio en Santa Olalla de Cala, revistió especial gravedad, pues un individuo armado con un objeto contundente golpeó la puerta del centro de salud para acceder y presumiblemente agredir a los profesionales que se encontraban en él, una agresión que por suerte no llegó a producirse. La violencia del ataque y la vulnerabilidad de los profesionales, que carecieron de protección alguna, vuelve a hacer saltar todas las alarmas sobre este grave problema. Seguimos sin ver ninguna medida concreta que frene esta gravísima lacra, por lo que de seguir así nos vamos a ver obligados a adoptar medidas de presión ante la Administración para forzar la adopción de medidas concretas para proteger a los profesionales y sancionar adecuadamente a los agresores.

Comité Ejecutivo SMA