El SMA muestra su repulsa por la quema de un maniquí que representa a trabajadores sanitarios y solicita el apoyo del alcalde de Aznacóllar

Desde el Sindicato Médico Andaluz mostramos nuestra más enérgica repulsa ante la quema simbólica de un maniquí representativo de un facultativo médico en Aznalcóllar.

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Desde el Sindicato Médico Andaluz mostramos nuestra más enérgica repulsa ante la quema simbólica de un maniquí representativo de un facultativo médico en Aznalcóllar, en la celebración de la ‘Quema del Judas’ que tuvo lugar el Domingo de Resurrección en este municipio de la provincia de Sevilla. 

Consideramos que aunque se trate de un hecho aislado, es execrable en toda su extensión y está absolutamente fuera de contexto de la situación de la sanidad pública en Andalucía. Los facultativos y profesionales sanitarios sufren en igual grado que la ciudadanía la falta de gestión de la Junta de Andalucía, responsable de las muchas carencias de este servicio público. 

Desde el SMA Federación Andalucía nos sumamos a la condena e indignación de SMA Sevilla y nos unimos a la petición al alcalde de Aznalcóllar de que rechace públicamente este acto deplorable y transmita un mensaje de apoyo y confianza con los trabajadores de la sanidad pública. 

Compartimos el comunicado del Sindicato Médico de Sevilla con respecto a los hechos ocurridos en el municipio sevillano de Aznalcóllar:

«En el contexto de la tradición conocida como la “Quema del Judas”, el pasado 31 de marzo, Domingo de Resurrección, en la ciudad sevillana de Aznalcóllar varios vecinos prendieron fuego a la figura de una médica e hicieron estallar un petardo en la cabeza de otra que representaba a una administrativa. Junto a los títeres, dos carteles rezaban: “Por salas de espera llenas y consultas vacías” y “Quemamos sin compasión a la sanidad sin vocación”. En una mesa al lado se podía leer otro cartel que indicaba que no había citas hasta 2026.

Estos gravísimos hechos constituyen un desprecio inaceptable a los trabajadores de la sanidad y podrían ser constitutivos de delito, una posibilidad que nuestra organización está estudiando para interponer la correspondiente querella contra sus autores. Confiamos en que el alcalde de Aznalcóllar rechace públicamente este acto deplorable y muestre su apoyo a los trabajadores sanitarios de la localidad.

Este hecho expresa un odio a los facultativos y, en general, a los trabajadores sanitarios que nos alarma y nos preocupa sobremanera. Una parte de la población de esta localidad, seguramente minoritaria, culpa a los trabajadores de las carencias de la Atención Primaria y dirige hacia ellos su agresividad por este motivo. Por desgracia, demasiadas veces el ataque no es simbólico, sino real.

Pero la única responsable de las carencias de la Atención Primaria es la Junta de Andalucía, que mantiene en precario a este sector clave de la sanidad desde hace décadas. La falta de recursos y el maltrato a los facultativos hace que cada vez menos médicos opten por trabajar en Atención Primaria, una situación que el SAS se niega a abordar con medidas como la equiparación retributiva de los facultativos de Atención Primaria a la Hospitalaria.

De hecho, la Junta sigue sin reconocer que las graves carencias de la Atención Primaria están detrás del incremento de las agresiones al personal sanitario. Tampoco asume que las actuales medidas contra las agresiones son insuficientes y que se necesitan campañas de sensibilización de la sociedad contra estas agresiones, como tristemente demuestra el acto aquí denunciado.

Los autores de esta agresión humillante e intolerable, que acrecienta el temor de los profesionales y su desánimo, deberían dirigir sus críticas a los políticos que, con su inacción, llevan décadas dejando que la Atención Primaria se muera. Los médicos son tan víctimas como los pacientes de la irresponsabilidad de los sucesivos equipos, de uno y otro partido, que han pasado por el SAS sin hacer nada por la Atención Primaria.

En cualquier caso, los autores de estos actos deben ser identificados y su posible responsabilidad penal depurada. Insultar y menospreciar a un todo un colectivo no puede salir gratis. Por ello instamos a las autoridades locales y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad a que lleven a cabo las acciones necesarias para aclarar estos graves hechos y resarcir a los trabajadores sanitarios del ultraje recibido».