Listas espe

Diferencias regionales del triple en demoras de listas de espera.

La espera quirúrgica en Canarias triplica la riojana, madrileña y vasca. La bolsa de los que sufren demora quirúrgica creció un 3,5% en 2016. Neurocirugía, Cirugía Plástica y Traumatología tienen el mayor retraso.

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Por primera vez en la historia, el Ministerio de Sanidad ha publicado la listas de espera identificando los retrasos que sufren los ciudadanos en cada autonomía, en lugar de desglosar los datos sólo por especialidades médicas. Tal y como avanzó diariomedico.com la pasada semana, las cifras publicadas muestran un retraso medio en las cirugías de 83 días para todo el SNS, pero con enormes diferencias regionales de más del triple entre la autonomía con mayores demoras quirúrgicas (Canarias, con 162 días) y las comunidades con esperas más moderadas (La Rioja con 46 días, Madrid con 47 y País Vasco, con 49).

Aunque es la primera vez que se publican estos datos por regiones, los datos siguen sin estar completos, en tanto se ha excluido a Cataluña de las estadísticas ministeriales por diferencias en la forma de contabilización de las listas, tal y como ya ocurrió durante años con Madrid, cuyas demoras no computaron para las estadísticas hasta 2012.

Comoquiera que sea, es la primera vez que se pueden comparar los datos autonómicos (hasta ahora las autonomías publicaban sus propios datos, pero no de forma homogénea que permitiese la comparación en un documento conjunto como el hecho público ahora por el Ministerio de Sanidad). Y el resultado es desalentador en lo que a equidad en el acceso a la sanidad se refiere. No sólo la espera media quirúrgica de unas autonomías triplica la de otras, sino que la tasa de pacientes que sufren demoras por cada 1.000 habitantes es también francamente dispar de unas comunidades a otras: en Navarra 8,4 de cada 1.000 habitantes están a la espera de una cirugía, mientras que esa tasa es de más del doble en el caso de Murcia, con 20,5 pacientes a la espera por cada 1.000 habitantes.

En conjunto, la bolsa de pacientes que sufren demoras quirúrgicas asciende a más de medio millón de personas (569.097 personas en 2016), un 3,5 por ciento más que el año anterior y casi lo mismo que su máximo histórico alcanzado en diciembre de 2012. Aunque ha crecido el número de pacientes que esperan, se ha reducido el tiempo medio de demora (su máximo histórico de 2012 fue de 100 días y en 2016 la cifra ha caído a 83) y el porcentaje de pacientes que sufren demoras de más de 6 meses, que ha pasado de su máximo histórico en diciembre de 2012 de un 16,5 por ciento de todos los pacientes, a un 8,8 por ciento en 2016. Con todo, de nuevo, las desigualdades regionales son enormes, con casi un 30 por ciento de canarios, un 25 por ciento de castellanomanchegos y un 22 por ciento de extremeños que sufren demoras de más de 6 meses para ser operados, frente a sólo un 0,7 por ciento de madrileños o un 1 por ciento de asturianos que se encontrarían en esa misma situación.

Primeras consultas

Y si la inequidad en demoras quirúrgicas debiera preocupar, las desigualdades en primeras consultas de especialista y, por tanto, en pacientes aún pendientes de diagnóstico, aún más. Las cifras ministeriales sitúan el retraso medio para la primera consulta de especialista en 51 días (7 menos que el pasado año y 16 menos que su máximo histórico de 2013), pero con todavía un 41 por ciento de todos los pacientes que se ven forzados a esperar más de 60 días para conseguir su primera consulta con el especialista.

Las desigualdades regionales en consultas vuelven a ser la tónica general, con esperas medias de apenas 23 días en La Rioja o 28 en el País Vasco y de casi el cuádruple en Canarias, con 103, o Navarra, con 85. Cuando lo que se observa es el porcentaje de pacientes que sufren demoras superiores a los 60 días sobre el total de los que esperan, las desigualdades aún crecen más: este problema afecta al 84 por ciento de los canarios o el 74 por ciento de los cántabros frente a ningún vasco o sólo el 1,9 por ciento de los andaluces. Echando la vista atrás, Canarias acumulaba ya en 2012 la peor tasa de demoras, con un 90 por ciento de pacientes que esperaban más de 60 días a su primera consulta, pero Castilla-La Mancha habría mejorado notablemente, al reducir su 75 por ciento de pacientes que esperan más de 60 días a sólo un 13 por ciento de ellos, mientras que Cantabria y Castilla y León han empeorado de forma considerable.

Por especialidades, el tiempo medio de espera para primera consulta se ha reducido en los últimos cinco años en todas las especialidades que monitoriza Sanidad, bajando en conjunto de 59 días en 2012 a 51 en 2016. La menor espera corresponde a ORL y Cirugía General y del Aparato Digestivo, con 39 días y, la mayor, a Oftalmología, con 64 días.
En cirugía, Neurocirugía (150 días), Cirugía Plástica (141) y Traumatología (105) encabezan las demoras.

Desiguales en hechos y derechos

La publicación de las demoras por autonomías ha llegado apenas unos meses después de que la ministra Dolors Montserrat anunciara en el Congreso de los Diputados un Plan Nacional de Listas de Espera «y, si hay consenso en el Interterritorial», una reforma del decreto que regula las garantías de tiempos máximos de espera; esto es, el derecho de los pacientes a, sobrepasado cierto límite de tiempo, ser derivado a un centro privado si así lo desean.

No es la primera vez que un Ejecutivo popular anuncia su voluntad de dar una vuelta nacional a la legislación sobre garantías de demora máxima.

La exministra Ana Mato intentó ya en 2013 un acuerdo sobre esta cuestión, que aspiraba a que cristalizase en un decreto nacional de priorización de pacientes en función no sólo de su gravedad sino también de factores sociales y de dependencia, a imagen del modelo que, en su momento, había adoptado el entonces consejero catalán Boi Ruiz. La iniciativa quedó en agua de borrajas.

Con la presión del déficit persiguiéndolas y la inminencia de la meta electoral en 2015, el grueso de las autonomías optó por reformar sus leyes de demoras máximas por su cuenta, estableciendo variopintos sistemas que priorizan según gravedad en unos casos, que fijan tiempos máximos para ciertas patologías en otros y que, en conjunto, acrecientan la inequidad regional no sólo en hechos, sino incluso, en derechos.

Descarga aquí el documento del M. Sanidad sobre Listas de Espera en el SNS por CCAA.

Fuente: Diario Médico