El colectivo médico y facultativo exige un Estatuto propio: la sanidad pública no puede sobrevivir sin nosotros

No vamos a rendirnos. Podéis contar con nuestro compromiso absoluto de mantener esta lucha hasta alcanzar las metas que nos hemos propuesto. Conseguiremos un Estatuto propio que reconozca nuestra labor y devuelva la dignidad a nuestra profesión.

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Colectivos:

Desde el Sindicato Médico Andaluz (SMA) y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) queremos trasladar a la opinión pública, a las administraciones y a todos los actores del sistema sanitario, la situación de grave deterioro que sufrimos los médicos/as y facultativos/as (MYF) en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

Llevamos demasiado tiempo soportando un maltrato sistemático que ha derivado en explotación laboral, pérdida de liderazgo profesional y erosión de la relación con los pacientes. Esta situación ha generado una crisis profunda en la sanidad pública que, si no se revierte, conducirá inevitablemente a su desaparición tal y como la conocemos. 

El actual modelo de gestión del SNS nos ha convertido en un colectivo sometido a una presión insoportable. Hemos visto cómo se devaluaba la relación médico-paciente, cómo se reducían nuestras funciones y cómo se relegaba nuestro papel de liderazgo en la organización del sistema sanitario.

Este maltrato continuado ha fomentado la salida de muchos compañeros y compañeras hacia la sanidad privada o hacia otros países. Hemos perdido capital humano esencial, talento y, con él, se ha debilitado la base misma de la medicina pública.

Por eso afirmamos con claridad: la crisis de la sanidad pública es también la crisis de la medicina pública. Y no estamos dispuestos a seguir siendo testigos de este deterioro. 

No pedimos privilegios: exigimos respeto

Queremos dejarlo muy claro: no reclamamos privilegios corporativos. Lo que exigimos es respeto y consideración hacia nuestra labor, hacia nuestra cualificación profesional y hacia la enorme responsabilidad que asumimos cada día en hospitales, centros de salud y servicios de urgencias.

Necesitamos que se reconozca nuestro papel fundamental en el sistema sanitario y que se nos otorgue un marco normativo y profesional acorde con nuestras funciones. Pedimos dignidad y reconocimiento, porque sin nosotros la medicina pública no es posible.

Reivindicaciones esenciales

Nuestras demandas son concretas, realistas y plenamente justificadas:

  1. Un marco normativo propio que reconozca la singularidad de nuestras funciones, cualificación, responsabilidad y características específicas de nuestra actividad.

  2. Mesas Sectoriales exclusivas para el personal MYF, que garanticen que nuestras reivindicaciones no queden diluidas en negociaciones generales donde somos un colectivo minoritario e ignorado.

  3. Clasificación profesional diferenciada, acompañada de retribuciones justas y acordes con nuestra responsabilidad.

  4. Regulación justa de la jubilación, que contemple la dureza de nuestras jornadas, la penosidad y el riesgo inherente a nuestro trabajo, permitiendo jubilación anticipada y parcial sin pérdida económica.

  5. Jornada máxima de 35 horas, con reconocimiento de cualquier exceso como voluntario, pactado y retribuido de forma específica.

  6. Garantías efectivas de descanso y conciliación, sin suspensiones arbitrarias bajo el pretexto de “necesidades del servicio”, que en realidad encubren la falta de profesionales.

El Ministerio nos ignora

El Ministerio de Sanidad, que debería ser el primero en escuchar nuestra voz, se niega a hacerlo. Nuestra presencia en la mesa de negocación, donde se negocia el nuevo Borrador de Estatuto Marco, es meramente testimonial. Un colectivo esencial para el buen funcionamiento del SNS está siendo excluido de la negociación de sus propias condiciones laborales.

Además, el Comité de Huelga no ha sido citado por el Ministerio desde hace meses, pese a que existe una obligación legal de negociar mientras la huelga sigue convocada. Es evidente que no existe voluntad de escucharnos.

La última propuesta de Estatuto Marco, presentada tras reuniones con consejeros autonómicos, no solo no mejora las anteriores, sino que las empeora. Para nosotros ha sido un auténtico insulto. El Ministerio parece pretender diluir sus responsabilidades involucrando a las comunidades autónomas en recortes que, en cualquier caso, son responsabilidad suya. La ministra de sanidad, Mónica García, traiciona así a la propia profesión a la que pertenece.

Las comunidades autónomas y los sindicatos deben posicionarse

En un Estado descentralizado como el nuestro, las comunidades autónomas no pueden eludir su responsabilidad. Muchas de nuestras reivindicaciones son de su competencia directa, y exigimos que los Gobiernos autonómicos se pronuncien de forma clara y sin ambigüedades.

Del mismo modo, los sindicatos presentes en la mesa de negociación deben tomar una postura firme. ¿Apoyan un Estatuto propio para los médicos y facultativos o no? La indefinición y la tibiedad solo contribuye a perpetuar nuestra situación de injusticia.

El malestar que arrastramos desde hace años se ha transformado en un sentimiento de hastío e indignación que ya no tiene marcha atrás. Hemos llegado a un punto de no retorno.

Nuestra movilización es imparable y nuestro compromiso, inequívoco: trabajaremos el tiempo que sea necesario hasta alcanzar el objetivo de un Estatuto propio. Solo así lograremos el respeto y la relevancia que nuestra profesión merece y que la sanidad pública necesita para sobrevivir.

Hacemos un llamamiento sincero a todo el colectivo médico y facultativo, a las organizaciones colegiales, a las asociaciones profesionales y sindicales. Este es un proyecto común en el que nadie puede quedar al margen.

Necesitamos sumar fuerzas, alcanzar consensos y actuar unidos. La unidad del colectivo MYF es la clave para lograr el reconocimiento que exigimos y para garantizar un futuro sólido para la sanidad pública. 

No vamos a rendirnos. Podéis contar con nuestro compromiso absoluto de mantener esta lucha hasta alcanzar las metas que nos hemos propuesto. Conseguiremos un Estatuto propio que reconozca nuestra labor y devuelva la dignidad a nuestra profesión.

Porque la sanidad pública no puede sobrevivir sin nosotros.

SMA – CESM