La huelga médica nacional del pasado 13 de junio, convocada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), ha puesto de manifiesto el profundo descontento de todo el colectivo médico. Refrendando la demanda de un Estatuto Propio que reconozca la singularidad de su profesión y garantice condiciones laborales dignas.

El seguimiento de la huelga ha sido «masivo prácticamente en toda España». La adhesión del colectivo MIR (Médicos Internos Residentes) ha rozado el 100%. Este seguimiento tan elevado no es casual: los MIR se sienten infravalorados y perciben que el sistema sanitario público no les ofrece un trato acorde con su formación y responsabilidad. Son vistos como «mano de obra barata», cuya formación se sacrifica a menudo para suplir las carencias crónicas de personal en los hospitales.

La huelga ha evidenciado también la situación en la que están varios servicios cruciales, como las Urgencias Hospitalarias, del trabajo de los MIR. Su masiva participación en la huelga es un reflejo de su creciente movilización y descontento, lo que se relaciona directamente con la tendencia de muchos médicos a buscar alternativas laborales fuera de la sanidad pública una vez terminan su especialidad.

En cuanto a los facultativos especialistas, el seguimiento superó el 90% de aquellos que podían ejercer su derecho a huelga en la mayoría de las comunidades autónomas. Descontando al personal de mínimos, saliente de guardia o con permisos, las cifras se sitúan ligeramente por encima del 50% en la mayoría de los centros sanitarios, confirmando el respaldo generalizado a la protesta. Una movilización histórica que obliga al Ministerio de Sanidad y a la Ministra, Mónica García, a sentarse a negociar.

El seguimiento de la huelga es fruto del rotundo rechazo médico a la propuesta de Estatuto Marco del Ministerio. Reclamamos un Estatuto Propio que contemple las particularidades de la profesión médica y les otorgue un ámbito de negociación independiente. Este descontento radica en la percepción de que la regulación actual de las condiciones laborales «sacrifica de manera sistemática sus derechos en aras de la sostenibilidad de un sistema público con carencias estructurales crónicas».

Llamamiento al Ministerio y Futuras Acciones

Ante la contundencia de la huelga, CESM y SMA hacen un llamamiento urgente al Ministerio de Sanidad. Hemos solicitado una reunión inmediata con la ministra Mónica García para trasladar de primera mano nuestras reivindicaciones, exigiendo un cambio radical en la actitud negociadora del Ministerio. La elaboración de un Estatuto Propio para la profesión médica y facultativa es ineludible.

Aunque se inicia el periodo estival, el programa de movilizaciones no va a detenerse. CESM y SMA han consensuado una jornada de huelga a nivel nacional para el 10 de octubre, que irá acompañada de manifestaciones masivas en todas las capitales de provincia.

Además, se realizarán concentraciones de facultativos en Madrid durante el mes de junio, coincidiendo con las reuniones del Comité de Huelga. También se iniciará una nueva ronda de contactos con los partidos políticos para recabar su apoyo. La campaña de información y movilización en redes sociales y medios de comunicación se intensificará, dirigiéndose tanto al colectivo médico como a la población general. Sin descartar otras acciones en función del avance de la negociación.

CESM y SMA reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable para lograr la aprobación de un Estatuto Propio para la profesión médica y facultativa, un objetivo que, aunque ambicioso, consideramos fundamental para el futuro de la sanidad pública y la dignidad de sus profesionales.