Escasez de

SOBRE LA ESCASEZ DE MÉDICOS EN ESPAÑA.

¿Existe escasez de médicos en España? ¿Faltan médicos en Atención Primaria? ¿Y en los hospitales? ¿Están bien repartidos? Tribuna de opinión de nuestro vocal autonómico de hospitales sobre este tema de actualidad.

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Colectivos:

Hace años que diversos estudios habían previsto la actual falta de médicos especialistas. A pesar de ello, no se aumentó el número de plazas MIR. De hecho, durante la crisis el número de plazas para formar médicos especialistas se redujo. Esta falta de previsión es achacable a los partidos que han ocupado el Gobierno de la Nación, que posee las competencias para la dotación de las plazas de Médico Interno Residente (MIR). Pero nos engañaríamos si pensamos que esta es la única causa del problema al que nos enfrentamos.

La escasez de médicos es una realidad innegable en Atención Primaria. Según los datos publicados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), por lo que respecta al número de médicos por habitante en Atención Primaria, España está en la posición 19 de los países europeos, con 75 médicos por 100.000 habitantes, frente a los 253 médicos por 100.000 habitantes de Portugal.

Sin embargo, con carácter general, no se puede decir que exista escasez de médicos en España. Según el informe de la Comisión Europea sobre indicadores de salud, el número de médicos en España en 2016 (la fecha más reciente disponible) está por encima de la media europea (353 médicos por 100.000 habitantes), con 382 médicos por 100.000 habitantes. Esta es una cifra más alta que la de países como Francia o Inglaterra y muy próxima a la de Italia o Dinamarca (418 /100.000 hab.). En la misma línea, según el Estudios obre Demografía médica de la Organización Médica Colegial (OMC) en 2016 había en España 468 colegiados activos por 100.000 hab., cifra que habría pasado a 485 en 2017, una cifra superior a la que ofrece la Comisión Europea debido a que entre los médicos colegiados se incluyen a los MIR.

Entonces, si en España hay un número de médicos similar al resto de Europa, ¿dónde está el problema específico de nuestro país, si es que existe? Pues bien, la respuesta es clara: En España no faltan médicos con carácter general, sino que faltan médicos en determinadas comunidades autónomas y en la Sanidad Pública.

Según los datos que ofrece en su página web el Ministerio de Sanidad, la proporción de médicos del Sistema Nacional de Salud en 2016 era de 190 por 100.000 hab. en Atención Hospitalaria y 77 por 100.000 hab. en Atención Primaria. Por tanto, la medicina privada ocuparía en torno a 120 médicos por 100.00 hab. (31%). Esta proporción se ha mantenido constante en los últimos años y coinciden con las que ofrece la Fundación IDIS, que aglutina a los principales grupos de centros privados y compañías aseguradoras de España, según la cual el gasto sanitario privado representa el 28,8% del total, con un 32% de las camas y un 30,9% de las intervenciones quirúrgicas.

Aunque el número de médicos especialistas en España ha crecido significativamente en las últimas décadas (en 1996 la tasa era de 277 médicos por 100.000 hab.), y el número de médicos en el Sistema Público ha aumentado, también lo ha hecho el número de profesionales que optan por trabajar en el sector privado. Lo que ahora estamos empezando a constatar es que cada vez es mayor el número de médicos que optan por trabajar en la medicina privada como primera opción, o bien deciden dejar el Sistema Público a causa de las malas condiciones laborales y retributivas que ofrece. Esta situación es particularmente grave en especialidades como Anestesiología, Cirugía Ortopédica y Traumatología o Pediatría, en las que cada vez más médicos optan por la sanidad privada y en las que existe una acusada escasez de especialistas en el Sistema Público. A esto hay que sumar la fuga de médicos españoles al extranjero. Según datos de la Organización Médica Colegial, en 2018 se expidió un total de 3.525 certificados de idoneidad a médicos españoles para trabajar en el extranjero, lo que representa un aumento del 7,4% respecto a 2017. Las causas son las mismas que explican la fuga hacia la medicina privada: las malas condiciones de trabajo que ofrece la Sanidad Pública en España.

Otro factor fundamental a tener en cuenta es la distribución geográfica de los médicos. Según el Estudio sobre Demografía médica de la Organización Médica Colegial (OMC) que citábamos antes, la distribución de los médicos en España es tan irregular que en comunidades como Navarra había en 2017, 611 médicos por 100.000 hab., mientras que en otras como Andalucía solo había 420 por 100.000, muy por debajo de la media nacional, de 485 por 100.000 hab. Es decir, faltan médicos en ciertas especialidades, ciertas comunidades autónomas y especialmente en el Sector Público.

Esta realidad debe ser relacionada con una cuestión esencial: El gasto sanitario. España es uno de los países desarrollados que menos invierte en Sanidad, y dentro de nuestro país la inversión es igualmente irregular. Según la Oficina Europea Estadística (Eurostat), España ocupaba en 2017 la posición 17ª dentro de la Unión Europea en gasto público en Salud, con una inversión del 6% del PIB. Según datos de Ministerio de Sanidad, en 2015 el gasto sanitario total, público y privado, expresado en poder paritario de compra en dólares USA, era en España de 3.180 por habitante, mientras que en Alemania era de 5.353 y en Francia de 4.530. Además, dentro de España, según datos del Ministerio de Sanidad de 2017, el gasto sanitario también presenta grandes variaciones, con cifras que van desde los 1.710 €/habitante del País Vasco hasta los 1.153 €/hab. de Andalucía, con una media de 1.370 €/hab. Es decir, España dedica a Sanidad menos recursos que los países más avanzados de la Unión Europea, y dentro de España Andalucía es la comunidad que menos fondos destina a Sanidad. Esto se traduce en médicos mal retribuidos y sometidos a condiciones laborales precarias. De ahí que la escasez de médicos sea particularmente acusada en nuestra comunidad.

Encuanto a las retribuciones de los médicos, según el portal Medscape, el sueldo de los médicos españoles es entre un 45 y un 60% más bajo que el de los médicos del resto de Europa. Los datos de la OCDE confirman que el sueldo de los médicos españoles se sitúa entre los más bajos de los países desarrollados. Un reciente informe de Adecco HealthCare mostraba que los médicos andaluces del Sector Público se encuentran entre los que menos cobran en España, superando solo a los médicos de Murcia y Extremadura, con una diferencia de más de 11.000 € con respecto a los médicos del País Vasco (42.734 €/año en Andalucía frente a 54.148€/año en el País Vasco). En cuanto a las retribuciones de las guardias, según un informe de CESM son también los médicos andaluces los peor pagados, con 16,86 €/hora de guardia laborable, frente a los 27,63 €/hora de los médicos de Murcia. 

Como conclusión podemos sostener que en España no existe un problema general de escasez de médicos. De hecho, contamos con más médicos que la media de Europa. Sí existe escasez de Médicos de Familia, agravada por la falta de previsión de los sucesivos Gobiernos de la nación que no han aumentado el número de plazas MIR de esta especialidad. Esta escasez de Médicos de Familia, sumada a la jubilación de un importante número de estos especialistas en los próximos años, hará necesario la adopción de medidas dirigidas a cubrir las necesidades de la Atención Primaria y Urgencias hospitalarias.

Entre tales medidas debe incluirse la modificación sustancial del modelo de gestión de personal que ha caracterizado a la Sanidad pública en los últimos años. Como hemos visto, la Sanidad Pública española se caracteriza por un gasto muy inferior al de otros países desarrollados, a pesar de lo cual posee un elevado nivel de calidad. Esta eficiencia económica se ha logrado a costa de los profesionales sanitarios, que han “financiado” el sistema con sus bajos salarios. Durante años, un número relativamente alto de médicos y una sanidad privada poco competitiva permitían a la Administración sanitaria ofrecer sueldos bajos y contratos precarios, pues la alternativa para el médico era el paro. Así ha ido creciendo un Sistema Sanitario Público fuertemente burocratizado y politizado, en el que profesionales mal retribuidos han sido apartados de la gestión de los centros y sometidos a condiciones de trabajo precarias, con jornadas excesivas, tiempos de descanso insuficientes, contratos precarios y escasas retribuciones.

En los últimos años, el aumento del nivel económico de la población y las nuevas estrategias de las compañías aseguradoras ha favorecido el crecimiento de la Sanidad Privada, que puede ofrecer mejores condiciones laborales a los médicos y más confort a los pacientes, al menos en determinadas áreas asistenciales. Los médicos castigados por el Sistema Público encuentran aquí una oportunidad de escapar del maltrato que reciben en los centros públicos. Algo similar ha sucedido con la salida de médicos hacia países de la Unión Europea en los que ofrecen mejores condiciones laborales y retributivas.

En España no faltan médicos. Lo que faltan son médicos dispuestos a aceptar las precarias condiciones de trabajo que ofrece el Sistema Sanitario Público. Estas son especialmente malas en Andalucía, con las retribuciones y el gasto sanitario más bajos de España. No puede sorprender, en consecuencia, que Andalucía posea una de las tasas de médicos por 100.000 habitantes más bajas de nuestro país. Para acabar con esta situación es necesario aumentar el gasto en Sanidad y modificar el modelo de gestión del Sistema. Deben mejorarse las retribuciones de los médicos, equiparándolas en todo el territorio nacional. Debe acabarse con la precariedad laboral tanto en lo relativo a tipo de contratos como a condiciones materiales de trabajo (jornadas, descansos, agendas y partes de quirófano adecuadamente dimensionados, etc.). Debe reducirse al mínimo la burocratización y politización del Sistema, favoreciendo la participación real de los profesionales en la gestión de los centros y alentando su contribución a la solución de los problemas asistenciales. Sin estos cambios, nada garantiza que un aumento en el número de especialistas formados en el MIR vaya a traducirse en un aumento del número de médicos del Sistema Público. El Sistema Sanitario Público necesita tratar mejor a sus facultativos, pues de otro modo seguirá profundizando un declive que ya empieza a ser preocupante.

Rafael Ojeda Rivero   

Vocal Autonómico de Hospitales del Sindicato Médico Andaluz.