Desertizaci

La sequía de médicos agrava la desertización sanitaria

En Andalucía son cada vez más las zonas en las que apenas existen facultativos que puedan atender las demandas asistenciales de la población. La situación llega a ser dramática en algunos sitios y el futuro es bastante poco halagüeño.

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Hace ya un año que la Asociación Internacional de la Seguridad Social publicaba un informe en el que advertía sobre la desertización sanitaria especialmente en zonas rurales.

Dicho informe recogía las experiencias y medidas propuestas en países como Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Italia o Suiza.  Si repasamos las causas de esta desertización en Europa veremos que son muy similares a las que existen en España: las zonas rurales son menos atractivas que las urbanas, los profesionales más jóvenes intentan una mejor conciliación laboral y familiar y esto conlleva a un mayor número de puestos a tiempo parcial, existe cada vez una mayor migración de los profesionales hacia el norte y al oeste de Europa donde tienen mejores condiciones laborales y retributivas… También incluyen el envejecimiento de la población por un doble motivo ya que la población demanda más asistencia y este envejecimiento también afecta a los médicos que están la mayoría muy próximos a la jubilación. 

Sin embargo, si observamos las medidas implementadas sí podemos ver grandes diferencias con nuestro país: en Francia los estudiantes de medicina perciben una prestación mensual hasta que terminan su formación y a cambio se comprometen a ejercer un periodo de tiempo en zonas rurales con servicios insuficientes. En estas zonas, además, los médicos están exentos de pagar el impuesto sobre la renta durante varios años. Junto a estas medidas se ha aumentado en un 20 % el número de plazas para estudiantes de medicina.

En Alemania se subvencionan los gastos para abrir nuevas consultas, crear o alquilar centros sanitarios en zonas rurales y también se han tomado medidas para que los estudiantes se comprometan a trabajar como médicos de familia en estas zonas durante un periodo de tiempo inmediato a la finalización de su formación.

Las nuevas estrategias sobre prevención y detección temprana de enfermedades, así como el uso de las nuevas tecnologías y una telemedicina bien regulada, con suficientes recursos tecnológicos y aplicada con criterio, son también algunas medidas que han deser desarrolladas para contribuir a la solución del problema.

Lo que es evidente es que mientras que otros países se apresuran a implementar medidas más o menos eficaces, en nuestro país y en nuestra comunidad seguimos dando vueltas al asunto sin que hasta la fecha existan propuestas serias, de calado y que se orienten a corto, medio y largo plazo. Las escasas propuestas que existen son tan cicateras como inservibles tanto en el aspecto económico como en el número de plazas que se aumenta en la formación médica. 

Necesitamos incentivos económicos realmente importantes, es necesario desarrollar desgravaciones fiscales para los médicos en zonas «desérticas», los programas para fidelizar a los estudiantes de medicina durante unos años en zonas rurales han de ser implementados cuanto antes y la ampliación en un porcentaje amplio de las plazas de medicina es una medida urgente e imprescindible.

Si nuestros gobernantes no se toman en serio el problema, en poco más de una década la desertización sanitaria será un hecho irreversible (de hecho ya lo es en algunas zonas) con importantes y negativas consecuencias para la salud de los ciudadanos residentes en ellas.

Como acabamos de comentar, hay que mejorar la gestión, hay que ser más eficientes, hay que potenciar el trabajo interdisciplinar y la colaboración interniveles, hay que potenciar el uso de las nuevas tecnologías, etc. pero todas estas medidas no serán suficientes si no formamos más médicos y les pagamos mejor. En caso contrario, seguiremos en nuestro país y nuestra comunidad  exportando médicos con muy alto nivel formativo mientras la población se queda desatendida.

Comité Ejecutivo SMA