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Una grabación con coacciones destapa los contratos irregulares en la bolsa sanitaria.

En este caso es la Comunidad Valenciana, pero el SMA ya viene advirtiendo que es práctica bastante habitual que los jefes de servicio discriminen a unos aspirantes para contratar a los suyos. Muchos de los contratos actuales, se hacen «a dedo».

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La grabación telefónica que se hizo pública hace dos días con las presiones recibidas por una médico aspirante a una plaza de anestesiología para que renunciara a su puesto, por parte de una jefa de sección del mismo departamento del Hospital Clínico, encendió ayer todas las alarmas sobre las constantes irregularidades en la contratación de la bolsa de Sanidad que se han producido durante los últimos años.

La viralidad de la charla, grabada por la candidata y recibida por gran parte del sector facultativo de toda España, fue de tal dimensión que, aunque la Conselleria de Sanidad actuó con rapidez para evitar que el problema se desbordara con la apertura de un expediente informativo, todo el colectivo sanitario se movilizó para luchar para que estas prácticas dejen de ser habituales en la contratación pública.

Desde la Conselleria de Sanidad Universal se confirmó que en el expediente informativo «que se convertirá en sancionador» si se confirman las amenazas y coacciones veladas se incluye a todas las personas que aparecen en la charla telefónica.

La conversación, que fue enviada de forma masiva por Whatsapp, desvela que la jefa del Hospital Clínico lanzó varias advertencias para que la candidata al puesto abandonara su intención de cubrir la plaza y, de ese modo, que la vacante recayera en empleados que llevan años trabajando en el mismo servicio de forma interina. La expedientada avisó a la candidata de que no tenía opciones, «esa plaza no es para ti. Es para asegurar a gente del servicio. No podemos tirar a un tío que lleva 10 años trabajando para el servicio».

La responsable de Anestesiología se mostró muy directa con la aspirante: «Así no puedes entrar, porque haremos un informe negativo. Estarás un mes trabajando y te irás con un informe negativo». De hecho, la candidata llega a decir que el propio jefe de servicio ya le había recomendado que renunciara a la plaza. Ante este comentario, la médico del Clínico indicó que aunque «renuncies a la plaza no pasa nada porque estáis todos penalizados. Y estando penalizados os vuelven a llamar a todos».

El hecho de que aflorara la grabación ayer fue una «buena noticia» para el secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en la Comunidad (CESM), Andrés Cánovas, que se trata de un desajuste que llevamos denunciando desde hace más de 10 años».

El neuropediatra agradeció que una afectada hubiera dado el paso de denunciar la situación que produce «endogamia» en el colectivo médico y que es «muy frecuente» porque los jefes de servicio y de sección «se quedan con los aspirantes que ellos quieren».

Cánovas recordó que su sindicato realizó un estudio hace unos años en el que se demostraba que «el 80% de las contrataciones de la bolsa se hacían a dedo» y sólo una cifra cercana al 5% se contrata con de forma legal. El sindicalista reconoció, cuando se enteró de que se había abierto el expediente informativo tanto a la jefa de sección como al jefe de servicio, que el camino que había iniciado la Conselleria de Sanidad «era el correcto».

Una opinión similar mostró ayer el delegado del sindicato USO en el Hospital Clínico, Mario Badenas, quien aseguró que están revisando otros casos en los que se ha llamado a aspirantes a plazas para que renunciaran con el objetivo de servirlas en bandeja a personas cercanas de los responsables de los servicios clínicos.

«Se trata de situaciones habituales en las que el candidato tiene mucho que perder», según Badenas, «porque sólo le quedan dos vías, o se queda sin plaza o queda marcado para siempre en el servicio y ya no puede trabajar».

El delegado de USO en La Fe, Francisco López reconoció que hace unos meses, la junta de personal del hospital de referencia de la Comunidad Valenciana trató un caso muy parecido al denunciado en la grabación. Por ello, López exigió a Sanidad «un mayor seguimiento e investigaciones para evitar que vuelvan a ocurrir estas injusticias».

Precisamente ayer el sindicato CSIF, además pedir que las «amenazas impresentables y casi delictivas» fueran llevadas a la Fiscalía para que ser investigadas remitió un escrito a la gerencia del Hospital Arnau-Llíria en la que le instó a subsanar «irregularidades» en la selección de personal para la cobertura temporal de plazas. En concreto, la central sindical de funcionarios denunció que cada mes «se está produciendo hasta una docena de contrataciones sin pasar por la bolsa de trabajo de instituciones sanitarias».

Desde el CSIF se añadió que se produce «la circunstancia agravante de que parte del personal nombrado por este procedimiento ni siquiera está inscrito en la bolsa de trabajo».

La Federación de Sanidad de CCOO-PV también instó a la Conselleria de Sanidad Universal a trasladar a la Fiscalía la grabación y las conclusiones del expediente informativo, abierto por el centro, a los responsables del servicio de Anestesia del Hospital Clínico.

CCOO manifestó que dichas prácticas «no son excepcionales, ni mucho menos, en los centros sanitarios de la Comunidad Valenciana y que, concretamente, este sindicato viene dando traslado a los responsables de la Conselleria de estas situaciones, como por ejemplo en el Hospital La Fe, sin que, por parte de la Conselleria, se hayan tenido demasiado en cuenta».

Desde la Conselleria se ha pedido a las gerencias de todos los departamentos de salud que extremen la atención de las contrataciones que se realizan a través de la bolsa de trabajo para evitar prácticas irregulares y garantizar la igualdad en el acceso a los puestos de trabajo.

En Sanidad se subrayó que desde julio se están tomando medidas para combatir las irregularidades en la contratación. Un ejemplo de ello es la decisión que se tomó el 31 de julio de limitar al máximo el uso de la disposición adicional primera de la Orden de Bolsa de Trabajo (el conocido como bolsín).

Otra grabación en Sanidad: Si no entra el que quiere el jefe, la plaza se desconvoca

El jefe de Cirugía de Trauma de La Fe intenta disuadir a otro candidato de una plaza que le tocaba en la bolsa de trabajo y al no lograrlo retira la vacante de trabajo.

La grabación viral que se hizo pública hace dos días y que desveló las presiones que recibió una médico aspirante por parte de la jefa sección de Anestesiología del Hospital Clínico para que renunciara a una plaza de la bolsa de trabajo de la Conselleria de Sanidad ha generado un efecto llamada y confirman que este tipo de prácticas no son una excepción en el sistema público de contratación.

Tras el revuelo generado por la primera conversación, este diario ha recibido llamadas de varios candidatos a plazas similares a la de Clínico que habían sufrido las mismas coacciones para que abandonaran su puesto, aunque el caso de un cirujano de Traumatología que opta a una plaza en el Hospital La Fe se erige como el paradigma de hasta que punto se ha vulnerado la bolsa de trabajo de Sanidad.

El aspirante, ante la dimensión de la grabación de su compañera de Anestesiología, llamó y también registró la conversación con el jefe de servicio de Cirugía Traumatológica quien, de la misma forma, le intentó disuadir veladamente para que abandonara su pretensión de ingresar en La Fe. Sin embargo, como el candidato no renunció a la idea de ocupar el trabajo, el jefe de servicio echó mano de la fórmula más drástica existente para evitar que el puesto fuera cubierto por una persona que él no quería. El cirujano responsable comunicó al aspirante que la plaza quedaba desconvocada.

El afectado por esta decisión ha remitido un escrito, tanto a la Conselleria de Sanidad como a la dirección del Hospital, en el que advierte de que se ha quedado sin poder acceder a su plaza por la decisión injustificada del jefe de servicio.

La carta describe que el jefe transmitió al cirujano, de forma reiterada, que la persona que necesitaban incorporar debía ser un especialista en operaciones de columna ya que sus mayores problemas están en la unidad de raquis. Ante esta demanda, el aspirante transmitió que poseía amplia experiencia de 13 años en la subespecialidad, por la que ha ejercido en una jefatura de unidad de columna y de la que tiene 4.000 cirugías realizadas.

Cuando el jefe recibió esta información, «observo cierto nerviosismo en su voz y me emplaza para hablar en persona al día siguiente», según el solicitante del puesto, quien se entrevistó días después en el despacho del jefe de La Fe y fue advertido de que la plaza era para otra persona: «Sin más dilación me informa que la oferta de trabajo ya no está disponible con el perfil demandado hasta el día anterior porque casualmente otro miembro antiguo de su servicio en la unidad de Traumatología general ha solicitado su paso a la unidad de Columna, con lo que el problema del raquis ya está resuelto».

El comentario provocó que la reunión se volviera tensa y el interesado en el puesto le manifiesto al responsable su incredulidad, porque se solicitó la incorporación de un especialista en raquis para luego alegar que era para alguien del servicio. El candidato indicó que no entendía para qué se solicitaba un perfil de raquis y que no era más que «una maniobra disuasoria para hacer desistir al resto de aspirantes debido a la rareza de cirujanos de columna en bolsa».

Ocupar la vacante

En la conversación el cirujano recuerda que legalmente tiene derecho a ocupar la vacante y que «no se puede jugar con las ilusiones de las personas». Entonces el jefe usa expresiones como «ya sabes como funciona esto» y «si coges la plaza no será una situación agradable». Tras estas maniobras de presión se emplazan otro día para contestar antes del cierre de la bolsa de trabajo de sanidad.

Después de reflexionar durante un fin de semana, el integrante de la bolsa se vuelve a poner en contacto con el jefe y le informa de su decisión de ejercer su derecho a ocupar la vacante. Una decisión que recibe con extrañeza.

«A los pocos minutos de mi llamada recibo nueva comunicación desde el despacho del responsable del servicio de Cirugía de Trauma en la cual se me comunica la decisión de retirar la oferta y de no cubrir en estos momentos la vacante», explicó el afectado quien, tras poner en conocimiento el agravio ante todas las instancias sanitarias, solicita la inmediata incorporación al puesto de trabajo para el que fue convocado.

De igual modo, el solicitante exige que se incoe «la oportuna investigación sobre los hechos que ha protagonizado que acredita con las grabaciones», y se adopten las oportunas medidas en aras a su esclarecimiento de las responsabilidades que puedan corresponder.

Fuente: El Mundo