«Fuga de batas» a otras regiones por la demora del plan de verano del SAS.

Ante el retraso en definir las vacantes, médicos andaluces logran contratos fuera donde además encuentran mejores condiciones. Como todos los años. «Retrasos es la palabra favorita del SAS».

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El malestar de los profesionales sanitarios con la Junta de Andalucía vuelve a ser una pira ardiendo cuando sólo han apuntado los primeros rigores del verano. O precisamente por eso. La administración autonómica aprovechó la primavera para contener en parte el desencanto ciudadano con el sistema de salud que sacó a la calle a miles de personas. Descabezó entonces la cúpula de la Consejería que dirige Aquilino Alonso y se enmendó a sí misma derogando las polémicas fusiones hospitalarias. Parecía momento propicio para alcanzar cierta paz.

Sin embargo, el siguiente momento crítico que ha tenido que afrontar el Servicio Andaluz de Salud (SAS), el plan de cobertura vacacional para el verano, ha vuelto a hacer que salten todas las costuras del departamento. Los incumplimientos de las estimulantes promesas que realizó la administración en lo más crudo de las anteriores protestas —en Málaga llegó a comprometerse a sustituir al 100 por cien de la plantilla— y, sobre todo, la inconcreción en torno a cómo se va a desarrollar el periodo estival han vuelto a enervar a la oposición y los sindicatos, que prevén otro verano «horribilis» como el del año pasado.

Así, a 2 de junio aún no se conoce a ciencia cierta cuál será la ratio de sustituciones del personal durante los próximos meses. Sólo en Málaga, donde la presión asistencial se multiplica cuando llega el estío, se han empezado ya a ofrecer contratos para cubrir vacantes. Algo que también ha generado recelos entre los profesionales de otras provincias. Sin demasiada precisión, el consejero anunció hace dos semanas un refuerzo de la asistencia en Atención Primaria en las zonas costeras, así como de la actividad hospitalaria. Para Málaga, por ejemplo, cifró la ratio de sustituciones en un 52 por ciento, cifra muy alejada del compromiso inicial. Pero también fechó para finales de mayo el cierre exacto de la cobertura en espera de que culminasen las negociaciones sectoriales y en las juntas de personal de los centros.

Una circunstancia que aún no ha terminado de producirse y que ha llevado a los sindicatos a movilizarse en la capital malagueña. Ya se han producido dos concentraciones en la puerta de los hospitales (la última ayer mismo) y está convocada una gran manifestación para el domingo 11 de junio. Lo mismo que puede ocurrir pronto en Sevilla, según alertó ayer Marea Blanca. que anunció próximas protestas ante un previsible cierre de alas de los hospitales y disminución de camas abiertas. El sindicato de enfermería Satse, también criticó ayer la«falta de información» por parte del SAS en torno al plan estival.

¿Por qué se ha metido el SAS en pleno verano para definir su propio verano? Además de los seculares problemas presupuestarios que padecen las arcas andaluzas, la administración está encontrando problemas para cubrir determinados puestos, especialmente de médicos. Como una pescadilla que se muerde la cola, el retraso en plantear las contrataciones estivales y, sobre todo, las condiciones laborales que puede ofrecer, peores que en otras regiones, han llevado a un buen número de profesionales a hacer las maletas y buscar destino en otras comunidades autónomas. En Cádiz, el SAS ha tenido que lanzar una convocatoria pública para contratar a 86 médicos de familia a partir de este mes. Hasta la fecha. sólo se había logrado contratar a 43 personas y el listado de profesionales ya estaba agotado.

Contratos más cortos

Y es que la fuga de trabajadores del sector ya no se ciñe a países del extranjero como Inglaterra o Portugal. Baleares, Extremadura o Madrid son el nuevo destino para muchos facultativos formados en Andalucía que terminan por preferir marcharse a quedarse en las condiciones que aquí se ofrecen.

«Antes, se lograba fidelizar a los residentes que iban acabando su periodo de formación», relata a ABC Juan Carmona, delegado del Sindicato Médico en Málaga, quien lamenta que en un área de esta provincia como es Colmenar, de los cuatro facultativos que han terminado allí el MIR haciendo guardias dos se han ido a Mallorca, «donde ofrecen mucho mejores sueldos», y otro a Madrid, comunidad en la que ha conseguido un contrato de un año. En Andalucía, el periodo que se está ofertando a los profesionales para hacer las sustituciones no pasa de octubre. Cuatro meses como mucho. «En Murcia —continúa Carmona— las guardias se pagan un 25 por ciento más».

Pero el problema, aunque se ha agudizado este año, no es nuevo. «Todos los años se van en verano a trabajar a otras zonas de España porque aquí el plan de verano de la Junta tarda demasiado», explica Rafael Carrasco, presidente del mismo sindicato en Andalucía. «El año pasado por ejemplo el área norte de Huelva se quedó sin médicos de familia porque se marcharon todos a Extremadura (en donde también se ofrecen contratos de un año). Hubo muchos problemas para llenar esas vacantes». Los médicos, continúa Carrasco, no pueden esperar a que la Consejería de Salud les llame, porque suele ser «muy tarde» y no se pueden permitir rechazar una oferta de trabajo.

Guardias penosas

Las diferencias, además, no son sólo salariales o de duración de contratos. Juan Carmona explica las dificultades que se está encontrando el SAS para cubrir las vacantes en zonas donde la presión asistencial hace «muy penosas» las guardias, como ocurre con las urgencias de los centros de salud de la Costa del Sol Occidental, la zona de Andalucía que más turismo recibe en estos meses. Allí se producen cada verano esperas de cinco o seis horas que generan un notable descontento entre los usuarios. «Cuando hace cinco o seis años no había trabajo en ningún sitio los jóvenes aceptaban lo que fuera, pero ahora lo tienen claro y se van», concluye.

Fuente: ABC Andalucía